Hidratación y Entrenamiento: Por Qué el Agua es la Clave del Rendimiento

Iker Arza
Hidratación y Entrenamiento: Por Qué el Agua es la Clave del Rendimiento

Mantener una hidratación adecuada es esencial para la fuerza, la resistencia y la recuperación. Incluso una deshidratación leve puede reducir el rendimiento, aumentar la fatiga y comprometer el crecimiento muscular.

La hidratación: el pilar olvidado del rendimiento

La hidratación es uno de los factores más infravalorados en el rendimiento deportivo. Mientras se piensa en proteínas, creatina o cafeína, el agua —el recurso más simple— es el que sostiene la fuerza, la resistencia y la recuperación.
Una deshidratación del 1–2% del peso corporal ya puede reducir el rendimiento de forma notable.

 

Cómo afecta la hidratación a la fuerza

El agua participa directamente en la contracción muscular. Cuando el cuerpo está deshidratado:

  • Disminuye el volumen sanguíneo y llega menos oxígeno al músculo.
  • Se reduce la eficacia eléctrica de las fibras musculares.
  • Aumenta la percepción de esfuerzo.


El resultado: menos fuerza, más fatiga y peores series.

 

Hidratación y ganancia de masa muscular

La hipertrofia depende de la calidad de cada serie y de la recuperación celular. El agua es esencial para:

  • Mantener el volumen celular (clave del estímulo anabólico).
  • Facilitar la entrada de nutrientes a la célula.
  • Optimizar la síntesis proteica.


Entrenar deshidratado disminuye la congestión, reduce el rendimiento y compromete el crecimiento muscular.

 

Resistencia y capacidad cardiovascular

Durante entrenamientos intensos o sesiones largas, la temperatura corporal aumenta y el cuerpo se enfría sudando.
Si no se repone el agua perdida:

  • Baja la capacidad aeróbica.
  • Se reduce la potencia total.
  • Aparece la fatiga prematura.


Una deshidratación del 2% puede disminuir la resistencia hasta un 10–20%.

 

Cuánta agua necesita un deportista

Las necesidades diarias cambian según el nivel de actividad y la intensidad del entrenamiento.

Antes del entrenamiento:

  • 400–600 ml en las 2 horas previas.


Durante el entrenamiento:

  • 150–250 ml cada 10–15 minutos.
  • Aproximadamente 1 litro por sesión intensa.


Después del entrenamiento:

  • 500–700 ml en los 30 minutos posteriores.
  • Más si la sudoración ha sido alta.

 

Señales de deshidratación durante el ejercicio

  • Reducción de la congestión muscular
  • Fatiga temprana
  • Mareos o aturdimiento
  • Boca seca
  • Incremento inusual del pulso
  • Orina muy amarilla


Estos síntomas indican que el rendimiento ya está comprometido.

 

¿Solo agua o también electrolitos?

Para la mayoría de entrenamientos convencionales basta con agua y un consumo adecuado de sal en la dieta.
Sin embargo, en sesiones muy intensas, largas o con mucha sudoración, la combinación de agua + electrolitos mejora claramente la hidratación y el rendimiento.

Recomendaciones por litro:

  • Sodio: 400–700 mg
  • Potasio: 200–300 mg
  • Magnesio: 50–100 mg

 

Beneficios de una buena hidratación en el deporte

  • Mayor fuerza por serie
  • Más repeticiones antes de la fatiga
  • Mejor congestión muscular
  • Recuperación más rápida entre series
  • Control de la temperatura corporal
  • Menor riesgo de calambres y lesiones
  • Mayor claridad mental y técnica más estable

 

Conclusión

La hidratación es un pilar fundamental del rendimiento deportivo. Mantener un consumo adecuado de agua —y electrolitos cuando sea necesario— puede marcar la diferencia entre un entrenamiento mediocre y una sesión efectiva.
En fitness, fuerza e hipertrofia, la hidratación es progresión.

 

Publicado por Iker Arza

el 17 Nov 2025

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